Políticas de Devolución en el Matrimonio

Entramos al matrimonio como entramos a una tienda y escogemos un producto. A veces ni leemos las etiquetas y escogemos uno, con la certeza de que sino funciona podemos devolverlo y no pasa nada.  

Definitivamente pasamos por la vida buscando esa pareja que llene nuestra necesidades, como en las tiendas y sus productos. No obstante, al igual que el producto, llevarlo a casa, fue nuestra elección, con la única diferencia de que esta vez no se aceptan devoluciones. 

Si nos entregáramos a nuestras parejas como muchas veces lo hacemos con nuestros autos, quizás no habría tanto divorcio. El auto nos falla muchas veces, pero como le tenemos tanto amor decimos "Eso se puede arreglar", sin embargo en nuestros matrimonios queremos cambiar rápido por algo que funcione mejor, con mejor aspecto, por algo más joven o que simplemente con olor a nuevo. 

Nadie dijo que el matrimonio sería fácil, por eso, el proceso de escoger la persona con la que compartirás toda tu vida y sin devoluciones, debe ser meticuloso y en oración. Dios quiere que seas feliz y si tu vocación es el matrimonio, Él te guiará para que encuentres esa persona que verdaderamente pueda llevarte de la mano a ser la mejor versión de ti. El matrimonio no es algo que podemos llenar con cualquiera, porque no va a funcionar y querrás devolverlo pensando que no pasa nada. 

Te explico, tu y tu ex-pareja jamás serán los mismos. Aprenderán mucho para que luego tomen desiciones con certeza en el futuro, pero vivirán con heridas y con algunas defensas que los alejan de lo que verdaderamente los hará felices. Se necesita de una sanación interior grande que solo proviene de Dios y no del mundo, para que vuelvas a confiar y amar sin condiciones. Porque de esto se trata, de que para ser feliz, se tiene que amar sin condiciones y sin políticas de devolución.

 

Ora, espera, ama y sé feliz...


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